¿Sabes que es una bomba de dolor y cómo funciona?
La bomba de dolor es un dispositivo médico que utilizamos para el dolor agudo, después de una cirugía. Si haces tu búsqueda en internet la vas a encontrarla bajo el nombre de bomba elastomérica. Este es un dispositivo médico que va a ir a tu cuerpo por medio de una venoclisis, es decir una vía venosa, tal y como te la ponen en cualquier hospitalización. La ventaja que tiene esta bomba es que durante tú postoperatorio inmediato te va a dar dosis continua de analgésico para minimizar el dolor y hacer que éste sea más cómodo y llevadero.
Asimismo el uso de este tipo de herramientas nos permite dar la cantidad de medicamento personalizada y necesaria para cada paciente. Esto minimiza las complicaciones y/o efectos secundarios de los medicamentos que se usan después de una cirugía. Hoy en día las tenemos en varias presentaciones con diferentes mecanismos. Mi preferida es la bomba elastomérica, ya que va programada para que se libere medicamento en pequeñas dosis de forma continua, haciendo que el paciente no presente ese periodo en el que la concentración del medicamento baja y empieza a sentir dolor. Estos son dispositivos muy seguros y por esta razón los usamos en casa. Después de una cirugía, enviamos al paciente a casa con su bomba la cual no requiere de programacion, ni manipulacion por parte del paciente, ya que va con todos los parámetros necesarios para dicho paciente.
Cuando los pacientes buscan disminuir costos de las cirugías lo último en lo que les doy la opción de negociar es la bomba de dolor, ya que como viva el paciente su posoperatorio definirá también que tan rápido evolucione y se recupere. Los primeros 5 días después de una cirugía son los días donde más dolor se presenta y el paciente se encuentra más convaleciente, es por esta razón que en cirugías como lipectomia, y liposucción usamos bombas con duración de 5 días, y en cirugías de mamas, si la paciente la paciente la requiere usamos de 3 días.
Para aumentarle el nivel de seguridad a este tipo de práctica, contamos con la asesoría de un anestesiólogo, que está encargado de hablar con el paciente todos los días y preguntarle cómo percibe la sensación de dolor, cómo se siente, y cómo ha dormido. Con esta información se puede ajustar a necesidad los medicamentos adicionales durante este periodo del postoperatorio. Por último el uso de esta herramienta nos permite que el paciente no deba ser esclavo de tomar múltiples medicamentos por vía oral en diferentes horarios, lo que en algunos casos puede ser confuso y generar que el paciente no tome los medicamentos de la forma adecuada.